La contaminación y el envejecimiento cutáneo

En las grandes ciudades españolas, como por ejemplo Madrid, Barcelona o Valencia, es frecuente superar los límites de contaminación establecidos por la Unión Europea. Se detectan, entre otros, niveles elevados de:
- Ozono
- Dióxido de nitrógeno
- Dióxido de sulfuro
- Partículas PM10 (partículas inferiores a 10 micras)
- Hidrocarburos aromáticos
Estos elementos de la contaminación inducen la producción de radicales libres y especies reactivas de oxígeno, que derivan en un estímulo proinflamatorio sobre nuestra piel. Es por ello que, con el tiempo, causan efectos nocivos sobre la misma.
¿Cómo afecta la contaminación a nuestra piel?
Los elementos de la contaminación influyen negativamente en nuestro organismo, y no solo lo hacen a nivel pulmonar o de tracto digestivo, que es donde más partículas PM10 se detectan.
También afectan negativamente a nuestra piel, el órgano más extenso de nuestro organismo y nuestra primera barrera de protección precisamente frente las agresiones externas.
Nuestra piel se intenta defender mediante sistemas antioxidantes (enzimáticos y no enzimáticos). Sin embargo, en ocasiones, cuando esas agresiones externas superan la capacidad de defensa de la piel, se ponen en marcha efectos nocivos. A día de hoy, mediante diversos estudios publicados, se sabe que esto se traduce en diversos cambios relacionados con el envejecimiento cutáneo, por ejemplo:
- Aparición de manchas cutáneas (léntigos)
- Flaccidez
- Degradación de la dermis con pérdida de elasticidad
¿Se puede prevenir el envejecimiento externo cutáneo?
Para prevenir el envejecimiento externo cutáneo, es decir, aquel que se produce por la exposición a factores externos, no es suficiente con la protección frente a la radiación ultravioleta y resto de espectro de radiación solar. También deberemos protegernos frente a estas moléculas dañinas de la contaminación, por ejemplo, mediante el uso de sérums, cremas o productos que combinen:
- Sustancias antioxidantes eficaces
- Que tengan capacidad para bloquear ese daño oxidativo de la contaminación.
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