Toxina botulínica para el dolor neuropático

¿Qué es el dolor neuropático?
El dolor neuropático es aquel causado como consecuencia directa de una lesión o funcionamiento anormal del sistema nervioso. Además del dolor, los pacientes que lo sufren interpretan estímulos sensoriales normales o poco dolorosos como si fueran sensaciones muy dolorosas. Su origen es, por tanto, neurológico.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), afecta a unos 3 millones de personas. Se trata de un dolor crónico y continuo que se localiza en una parte concreta del cuerpo o, en ocasiones, incluso afecta a varias.
Los síntomas más frecuentes que suelen referir los pacientes son:
- Entumecimiento o adormecimiento
- Hormigueo
- Pinchazos
- Quemazón o tirantez
- Sensación de descarga eléctrica
¿Por qué se produce?
Las principales causas de dolor neuropático son:
- Polineuropatías: se definen como la afectación simétrica de los nervios periféricos que, a menudo, ocurren de manera simultánea en las cuatro extremidades, aunque inicialmente pueden localizarse en los miembros inferiores.
- Neuralgia postherpética: se produce cuando el dolor neuropático aparece tras un episodio de herpes zóster.
- Neuralgia del trigémino: dolor facial intenso, repetitivo y en una hemicara.
- Cefalea numular: se caracteriza por ser una cefalea que se localiza en una zona bien delimitada del cuero cabelludo.
- Odontalgia atípica: dolor en uno o más dientes en ausencia de patología dental.
- SDRC (Síndrome de dolor regional complejo): dolor crónico de características neuropáticas, distal a un trauma o zona de inmovilización a pesar de la curación del daño.
- Síndrome de oreja roja: se relacionada con la migraña y produce dolor, habitualmente de forma unilateral, aunque hay algunos casos descritos de afectación bilateral.
¿Cómo se puede tratar?
El abordaje del dolor neuropático es todavía, a día de hoy, un gran reto. Lo más recomendable es analizar cada caso de forma personalizada y establece un tratamiento en función de las necesidades de cada paciente.
En líneas generales podemos diferenciar entre:
- Tratamiento farmacológico: antidepresivos, opioides, parches tópicos, toxina botulínica.
- Tratamiento no farmacológico: diferentes terapias manuales.
¿Cómo funcionan las infiltraciones de toxina botulínica?
El mecanismo de acción de la toxina botulínica en el abordaje del dolor neuropático se caracteriza porque:
- Inhibe la liberación de mediadores del dolor a nivel periférico y central
- Disminuye la inflación periférica alrededor de las terminales nerviosas
- Inhibe el sistema nervioso simpático
En líneas generales podemos decir que se trata de una alternativa segura y bien tolerada por los pacientes, que no presenta efectos secundarios graves. Actualmente ya contamos con algunos estudios que evidencian su efecto, si bien todavía son pocos y es necesario seguir investigando. Es por ello que en muchos casos se recurre a la toxina botulínica cuando fallan otras indicaciones anteriores, sobre todo en las siguientes indicaciones:
- Neuralgia postherpética: un estudio arroja resultados de un 50% de reducción del dolor, además de la mejora de la calidad del sueño y la reducción de opioides.
- Neuralgia del trigémino: está indicada en casos resistentes y se recomienda realizar las infiltraciones en varios puntos de la zona afectada.
- Cefalea numular: buena respuesta a la toxina, se recomienda en personas mayores y niños
- Odontología atípica: se recomienda infiltrar en encía, paladar duro y labios.
En cualquier caso, podemos concluir afirmando que la toxina botulínica está ganando evidencias de su utilidad en muchos casos de dolor neuropático. Es fundamental que su manejo y aplicación se lleve a cabo por parte de especialistas que cuenten con experiencia para hacer un buen tratamiento y evitar efectos secundarios.
Escribe un comentario